Para ser feliz hay que aprender a arriesgar, o eso me ha enseñado una amiga.
Arriesgarnos a olvidar, arriesgarnos a perder, pero sobretodo arriesgarnos a no temer a nada.
A mí me gusta correr riesgos, hacen tu vida mucho más interesante,
aunque muchas veces no me he atrevido por miedo.
Hoy me armo de valor y me deshago de todos mis miedos.
Hoy quiero arriesgarme a todo, poner las cartas sobre la mesa y que salga lo que tenga que ser.
Pero no pienso lamentarme ni un solo segundo más por lo que pudo haber sido y nunca sucedió por miedo a arriesgarme =)
Mi deseo para este nuevo año es no temerle a nada, no temer a las preguntas y no temer a las respuestas.
3 comentarios:
Un día una amiga, me susurró al oído de forma muy bajita: es mejor lamentarse por una estupidez cometida, que lamentarse por la estupidez de no haberla cometido.
¡¡Así que cumple tu propósito!!
¡Un saludo!
Me gusta mucho tu proposito... a lo mejor hasta me lo apropio :)
un besazo
bieeeeeeeeen jajajaja
Te apunto otra frase:
"Cualquier decisión es mejor que ninguna decisión"
por cierto, esa amiga quien es?
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