Cambiando de gustos

La curiosidad nos lleva a probar cosas nuevas, a veces nos gustan y otras veces no, sabemos que al probar no se pierde nada, por eso algo nos empuja a ver el resultado.

Si no gusta, me llevaré un mal sabor de boca, aunque se olvida pronto.

Y si me gusta??

Empieza la magia!

Me identifico al máximo con algo, me apropio de ello, mi favorito, esa seña de identidad.

Hasta que me atrevo a probar algo más... que inesperadamente supera todo lo anterior.

Tranquila, no hace falta que te decidas, pueden gustarte varias cosas distintas, no hay por qué apartar lo que siempre te ha gustado. Simplemente has descubierto que te gusta algo más y lo añades a la lista.

Pues esto último mucha gente no sabe gestionarlo.

Nos centran en focalizar nuestro interés en ello, abandonando cosas que antes ya se ganaron su lugar en nosotros.

No sabemos tener sitio para todo?

Nos encontramos cambiando de gustos, queriendo sin querer porque algún día lo apartaremos sin más. 

Nos perderemos sin identidad. Entre lo que le gusta a todo el mundo y sin saber lo que nos gusta de verdad.
Sin ser fieles a lo que quisimos.