jueves, 9 de diciembre de 2010

Pesadillas

Sin poder prevenirlo mi mente me trae tus recuerdos casi a diario.

Por el día son llevaderos, incluso agradables, pero cuando cae la noche se convierten en pesadillas.
 "Una noche de fiesta, música, diversión y de repente tú y yo encarados, echándonos lo peor a la cara: palabras llenas de rabia y un hasta nunca..."
Un hasta nunca que me lleva a esa pesadilla cada noche.
Ahora ya no sé si me arrepiento de lo que pasó o me lamento por todo lo que hice y he dejado de hacer. Sé que ya no va a haber perdón, a partir de ahora nos toca cargar con la culpa y con las pesadillas, que son nuestro castigo. Castigo, que si duele es para recordarnos que lo hicimos mal.

Has hecho conmigo lo que hicieron contigo, ¿y qué tengo que hacer yo?
De momento sólo espero no dejar a nadie este legado de torturas y dejar de echarte de menos.

3 comentarios:

Elly dijo...

perdonar y no olvidar.

Esto implica dos cosas: o bien, romper la cadena que formaba tu vida para unirte a un nuevo eslabón o bien, hacer que otro tropiece con la misma piedra que tú.

Y eso, sólo depende de uno mismo.

Un saludo!

ketne dijo...

Bueno, lo importante es que no pase de ahi, intentar que esto no afecte a los que nos rodean. No suelo padecer ese problema porque para bien o para mal, en mi caso, siempre guardo todo para mi misma.

Lo único que cura ese dolor y calma las pesadillas es el tiempo. Poco a poco uno se va curando a uno mismo hasta que solo queda como un vago recuerdo más o menos amargo.

No hagas a otros lo que te han hecho a ti. Supongo que la mejor manera de evitarlo es pensar en cómo nos sentimos nosotros cuando lo padecimos. ¿No nos gusto, cierto?

¡Un saludo!

Elly dijo...

Hazle caso, ella siempre tiene razón ^^